Por: Roberto Chambi Calle[1]

En 1979 rompiendo todos los esquemas surge la revolución islámica de Irán, un nuevo paradigma había nacido, junto con ella se fortalecía el grupo de  clérigos que habían salvado al pueblo de las garras y el yugo de la dictadura monárquica de Reza Pahlavi. La defensa de la nueva teocracia islámica, no era libre pues los enemigos internos y externos complotaban para destruirla.

En medio de todo este escenario surge un hombre nacido de las extrañas mismas del pueblo, un hombre que inmediatamente se enlista a los guardianes de la Revolución Islámica. Desde este momento el Hajj Qasem Suleimani se convertiría en la figura más importante después del Líder de la Revolución no solo de un país sino de toda la región y el mundo.

Los grandes ataques, guerras y humillaciones no solo fueron y son contra Irán sino contra sus vecinos en donde  grupos radicales y falsos musulmanes con distintos nombres; Al Qaeda, Daesh, Isis etc., que en “nombre del islam” asesinaron, esclavizaron y usurparon territorio, convirtiéndolos en regiones y estados de muerte y tortura. Dichos grupos terroristas han sido limpiados y erradicados gracias a los esfuerzos nobles del General Suleimani, en Siria, Irak y Palestina.

Sabemos que la paz en el mundo depende  mucho de lo que sucede en Oriente Medio y que para establecerla se necesita siempre la presencia y el valor de hombres como el Hajj Suleimani, pues gracias a su defensa y lucha es que hoy estos grupos terroristas han desaparecido. Estos se hacían denominar “Estado Islámico” (Daesh) quienes han sido fundados  por el imperialismo tal cual lo señalo Donald Trump cuando dijo que Obama y Clinton son sus “coofundadores” pues el “Daesh rinde respeto al presidente Obama. Obama es el fundador del Daesh y diría que Hillary Clinton es la cofundadora”[2]

En aras de ello EEUU obedeciendo a sus instintos barbáricos ordeno asesinar al “General de los corazones”  el 3 de enero de 2020, un crimen que ha enlutado no solo a los iraníes sino a todos los hombres y mujeres que aman la paz, quienes están agradecidos por haberlos liberado de la podredumbre terrorista del Daesh y sus hordas  bajo la capa de imperio.

Con este asesinato aun sin que se hayan juzgado y encarcelado a los culpables se puede afirmar que el imperio y sus huestes son unos cínicos impunes; frente a este oprobio ¿qué puede esperar la sociedad internacional?  Nada!  asimismo ¿Acaso el imperio es garante de paz?  La respuesta es definitivamente NO.

A un año de este crimen  aun no se pude olvidar a este gran mártir, su venganza de acuerdo a los axiomas divinos “vida por vida, ojo por ojo, diente por diente[3]” aun no ha sido saldada, pues tarde o temprano sus asesinos  serán castigados, “pues el presidente y secretario de Estado de EEUU están entre los principales perpetradores de este brutal crimen y asesinato”[4] 

La lucha y la resistencia del General Suleimani no solo eran física sino iba más allá de los factores materiales, pues los mismos obedecían a una raigambre espiritual la cual era la esencia de su valor, pues no le temía a nada ni nadie fuera de Dios y como su siervo acataba los mandatos establecidos, por ejemplo cuando Dios decía: ¿Por qué no queréis combatir por Alá y por los oprimidos -hombres, mujeres y niños-, que dicen: «¡Señor! ¡Sácanos de esta ciudad, de impíos habitantes! ¡Danos un amigo designado por Ti! ¡Danos un auxiliar designado por Ti!»?” (Corán: 4:75).

Por otro lado la defensa del General Suleimani no solo se limitaba a los musulmanes sino a todos aquellos que eran humillados, vilipendiados y oprimidos, ello en virtud de que Dios todo poderoso ordena y dice; “Combatid, pues, contra los amigos del Demonio. ¡Las artimañas del Demonio son débiles!” Corán (4:76)

El ejemplo de lucha y resistencia de este gran mártir  hoy está vivo en cada uno de los corazones de los amantes de la justicia y la paz, su legado no ha muerto, todo lo contrario es perenne pues hoy hay millones de “Sulaimanis” en el mundo, así mismo se debe entender que su lucha no fue ni es solo por el interés material de este mundo, sino aquella que mediante el martirio alcanza la vida eterna.

Sus asesinos no quedaran impunes pues “que no piensen los infieles que el que les concedamos una prorroga supone un bien para ellos. El concedérsela es para que aumente su pecado. (pues) tendrán un castigo humillante” (Corán 3:178)


[1] Teólogo y abogado especializado en Derecho y Relaciones Internacionales por la Universidad internacional “Al Mustafa” en Qom, República Islámica de Irán.

[2] Ver más en: https://m.dw.com/es/trump-obama-y-clinton-son-cofundadores-de-estado

[3] Sagrado Corán “La Mesa Servida” aleya 45

[4] Hassan Ruhanni, Presidente de la Republica Islámica  de Iran; ABNA